Con una concurrida asistencia –el aforo de la
sala completo- se celebraron, el día 9 de noviembre, las primeras jornadas de
la Red Psicoanálisis y Medicina, en la Coruña.
En el ambiente se palpaba cierta expectativa
por lo novedoso de la iniciativa. Las Jornadas se desarrollaron en dos mesas,
con sus diferentes ponencias y debate posterior en cada una de ellas.
La inauguración de las Jornadas estuvo a cargo
de Liana Velado, Santiago Castellanos y Araceli Teixidó. Se dio la bienvenida,
se agradeció a los participantes su asistencia y se informó de que la
iniciativa de la Red, que surgió hace un año en Zaragoza, había puesto en
marcha un blog: ( http://redpsicoanalisisymedicina.blogspot.com ) y dado
algunos pasos en la orientación de encontrar interlocutores en el campo de la
medicina con los que los psicoanalistas podíamos conversar. La Red es un lugar
de encuentro de “gentes” de la medicina y de psicoanalistas que trabajan en las
instituciones o que están interesados en los temas comunes de ambos discursos.
En la primera mesa tomaron la palabra Vicente
Palomera –coordinador-, Javier Peteiro y Araceli Fuentes. En su ponencia
“Progreso, sentido y medicina”, Javier Peteiro señaló la salida del concepto de
alma del vocabulario médico al mismo tiempo que la ciencia deviene una
religión.
Su trabajo puso de relieve el papel del azar
en la creación reduciendo la expectativa de control que se puede tener en una
perspectiva omnipotente de la ciencia. Del mismo modo, la contingencia tomada
en serio rompe con la tradición teleológica de la ciencia.
Entonces, ¿de que manera se reintroduciría el
alma sin caer en absurdo cientificismo o vana espiritualidad? Comprendiendo el
papel de intérprete del médico.
Por su parte, en la ponencia “El fenómeno
psicosomático, entre la medicina y el psicoanálisis” Araceli Fuentes presentó
un trabajo en el que los conceptos teóricos fueron iluminados por un fragmento
de su testimonio del pase. En él dio cuenta del fenómeno psicosomático como
aquel que se situaría en la frontera de lo imposible de decir, confrontando al
saber médico y al saber psicoanalítico a sus límites. Limites que señala una
frontera donde se puede producir un cambio de discurso que permita una
intervención.
La coordinación de Vicente Palomera interrogó
a ambos ponentes y un animado debate se inció y se traladó a la siguiente mesa
alrededor de los puntos candentes de la función del médico y su diferencia con
el personaje, el papel de la ciencia en la contemporaneidad y los límites de su
discurso en aquellos síntomas corporales que comprometen la subjetividad, como
es el debate que se suscita apartir de la consideración del fenómeno
psicosomático (FPS).
En la segunda mesa, Rosa Calvet en su trabajo “Un agujero y dos
modalidades de tratamiento” elucidó la diferencia entre organismo y cuerpo a
partir de la función del médico cuando en su operación puede sostener la
transferencia. En este punto su estar se iguala al del psicoanalista.
No es esta la tendencia actual en la que más
bien se produce una nominación de los sujetos a partir de los diagnósticos
médicos, un intento de cancelar todo índice pulsional. En la viñeta clínica
presentada, dio cuenta de este fenómeno y explicó la posibilidad de intervenir
dando su lugar a los significantes del sujeto contando con la presencia del analista como soporte y velo a
la falla del saber que, paradójicamente, permite la curación.
Seguidamente Elisa Giangaspro con su ponencia
“La función del médico más allá de la relación objetivante de la ciencia”
mostró la potencia de una escucha bien orientada no sólo para captar y acoger
la angustia de los sujetos, si no incluso acerca de cuestiones de pura clínica
del cuerpo.
Y ¿Cómo accede el médico a esa posible
escucha? a partir de poder poner a la escucha sus propias perplejidades,
detenerse en ellas, darles un lugar. La viñeta clínica que presentó ilustró
como un pediatra, en el servicio de urgencias de un hospital general, puede
incorporar en su escucha la subjetividad y las palabras de la madre, su
angustia por la enfermedad de su hija, lo que permitió una solución favorable a
la difícil situación clínica en que se encontraba la niña, a pesar de que todas
las pruebas objetivas que se le realizaron eran normales.
Finalmente, Miguel Angel Vázquez ilustró las
posibilidades del psicólogo en un servicio de rehabilitación para tratar la
cuestión de la demanda. Su trabajo “Saber-hacer” discernía entre el volcado de
datos y la información al paciente, mostrando que la verdadera dificultad – y
el verdadero éxito - del clínico no es aprender a manejar las herramientas de
todo tipo de que dispone, si no poder responder cuando no hay nada a su alcance
como instrumento.
Muchas preguntas quedaron abiertas lo que nos
permite ser optimistas en relación al trabajo por hacer y a la perspectiva de
organizar una nuevas jornadas el próximo año, de continuar con las
colaboraciones para su publicación en el Blog. Una nueva reunión de los
miembros de la Red se realizará en Barcelona el sábado a la mañana, día 2 de
marzo de 2013, en la sede del Instituo del Campo Freudiano.
Una propuesta fue lanzada por Vicente Palomera
para pensar el contenido de las próximas jornadas: “El encuentro con un
médico”, que fue muy bien acogida por los asistentes y que será perfilada en la
próxima reunión del día 2 de marzo en Barcelona.
En las palabras de clausura, Araceli Teixidó
señaló algunos cambios en la medicina actual como son la aparición de nuevos
profesionales y constitución de equipos interdisciplinarios o los cambios en
los pacientes que ya no acuden a saber si no a exigir su cuota de goce.
Recogiendo el espíritu de las intervenciones de la tarde, puso sobre la mesa
que el psicoanálisis no se acerca a la medicina con el ánimo de adoctrinar si
no de investigar conjuntamente a partir de las preguntas que la clínica
suscita.
Santiago Castellanos y Araceli Teixidó.
(Coordinadores de la Red).