jueves, 10 de octubre de 2013
Comentarios de Cristina Domingo al escrito de Araceli Teixido “ ¿ Hablar con el profesional de la salud?” - Mayo 2013
El paciente que acude a la consulta sanitaria es una persona, y como tal es tratada por el profesional de la salud acupuntor.
En acupuntura tratamos al conjunto de la persona: las “ piezas” del organismo y el psiquismo. Este conjunto es inseparable ya que una parte y la otra se afectan constantemente.
Considerando que lo que le ocurre al paciente es somatopsiquico y psicosomatico.
Al malestar físico le acompaña un malestar psiquico, en diferentes modalidades.
Por una parte la reacción del paciente ante el malestar físico es una respuesta psiquica : enfado por la limitación, miedo por el pronóstico, ansiedad, angustia por las dudas…, que tiene consecuencias sobre el malestar físico y sobre las actuaciones para remediarlo, lo cual comporta una alivio o una agravación del malestar físico.
Por otra parte, el malestar físico, refleja un problema de bloqueo en un sistema, que para la acupuntura, tiene relación con algún aspecto emocional, que puede estar presente como desencadenante, como etiologia o como consecuencia.
Por consiguiente el paciente viene a la consulta quejandose de su malestar fisico y viene debido a que ese malestar físico le hace hecho hacer un movimiento psiquico. Movimiento todavía más novedoso y de cambio si acude a la medicina no convencional, y en concreto a la acupuntura, para solicitar ayuda para su dolencia.
Todos estos elementos se contemplan por parte del profesional, que actua teniendolos en cuenta en su intervención terapeutica , tanto usando los instrumentos propios de la tecnica de la acupuntura y la MTC, como al usar la palabra.
Las enfermedades tienen una etiologia.
Es necesaria la atribución a una etiología para poder hacer el diagnóstico y determinar el tratamiento.
Para comprender y tratar la enfermedad, el profesional acupuntor se plantea la relación del malestar físico con la historia actual y anterior del paciente, tanto física como emocional, con la historia biologica y la biografica.
El profesional se pregunta si tiene sentido para el paciente lo que le ocurre, y si lo cree conveniente, se lo insinua al paciente. Sobretodo cuando el malestar físico se repite, cuando ya habia remitido con el tratamiento.
Pero los profesionales no podemos dar el sentido a la enfermedad del paciente, y sabemos que el propio paciente puede necesitar ayuda para “ leer” esa repetición, y tambien conocemos que la atribución de sentido tiene límites. Acompañar y poner el marco en esta direccion es una de nuestras tareas.
El exceso de sentido esta cercano en las medicinas no convencionales, esta cercano al pensamiento mágico. Como el organismo sabe como recuperarse y se cura una fractura osea sin nuestra aportación que la dirija, se admite que la naturaleza es sabia. De ahí se deriva hacia que la vida humana esta dirigida por una entidad , cuya logica es beneficiosa para el individuo. Este sobresentido “ esto me ocurre para que aprenda” es nombrado por los pacientes, y hay que tantear cuando es una frase hecha o una convicción. Por parte del profesional se trata de reformularlo, recogiendo la evidencia de que el malestar pone un límite al paciente, y por tanto le plantea modificar algo de su actuación anterior para no repetir la dolencia, y mostrandole al paciente que no es fácil decidir el qué y el como de la modificación.
En el lado de la medicina oficial convencional, al dar un diagnóstico etiologico a la enfermedad el médico esta dando un sentido a la enfermedad, un porqué sucede la enfermedad. Y con ese porqué obtura que pueda haber algún otro porqué en la historia biografica o biologia del paciente.
El acupuntor recoge el porqué de la etiologia de la medicina occidental, incluyendola como un dato más a tener en cuenta, pero va más allá. Abre la exploración a saber cual es el “terreno” que hace posible que esa etiologia actue y promueva la enfermedad
El tema de la “etiqueta” del diagnostico y su uso teraputico, es muy amplio. Algunos de los aspectos a considerar serían: - Efectos del nombre del diagnostico en el paciente, ya que hay nombres que conllevan un marca de pronostico muy desfavorable. – El profesional ha de prepararse para decir el diagnostico y tener en cuenta tambien las consecuencias que tiene para el paciente el estar viviendo esa enfermedad.- El ser consciente que la medicina y el paciente atribuyen al profesional una capacidad excesiva, casi de todopoderoso, y que a resultas de ello el profesional puede actuar con el proposito de eliminar el mal e incluso erradicarlo; también por ello es de mucha dificultad el decir al paciente que no sabemos, y escoger el como y cuando decirlo y a quien.
Cristina Domingo
Médica acupuntora
Integral centre medic i de salut. Barcelona
cristinadomingo@inicia.es
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